¿Quieres relajarte y desconectar frente al mar? Mallorca es idónea para ello. Disfrutar el momento es fundamental, y aquí os presentamos 5 hoteles de lujo donde prevalece la desconexión y una experiencia única.
Fontsanta Hotel Thermal & Spa
Font Santa Hotel es un hotel de 5 estrellas situado en Campos, al sur de la isla de Mallorca. En él podrá disfrutar del placer y bienestar de su Thermal Spa, que cuenta con las únicas aguas termales naturales de Baleares y todo ello en un entorno idílico: el espacio natural protegido de la playa de Es Trenc y Es Salobrar de Campos.
HOSPES MARICEL & SPA
Ubicado mar al mar, con vistas impresionantes al Mediterráneo y con un diseño muy elegante, Hospes Maricel & Spa combina una arquitectura señorial, inspirada en el sobrio estilo de los siglos XVI y XVII con un arquitectura de vanguardia basada en los colores naturales y los nobles materiales constructivos. Podrás disfrutar en la piscina desbordante de sus increíbles vistas.
CASTELL SON CLARET
Este antiguo castillo del año 1450 ubicado en el entorno rural de Es Capdellà, abrió sus puertas como hotel en 2013 tras la restauración. Consta de 7 edificios históricos, elegantes suites con terraza o jardín privado, y un restaurante galardonado con estrellas Michelín. Es idóneo para disfrutar de la paz y descanso por unos días en pareja. Ubicado a 25km del centro de Palma de Mallorca.
CAP ROCAT
Una noche de verano, la brisa del mar y… una fortaleza convertida en hotel. Todas las comodidades y lujos están servidos. Mantiene el encanto de ser un Patrimonio Cultural donde la sencillez de la naturaleza es la principal inspiración. Bienvenidos a Cap Rocat.
CAN SIMONETA
Con un acceso directo al mar, dos edificios de más de 140 años de antigüedad,recientemente restaurados y un acantilado a 14 metros. Por la mañana se pueden observar los maravillosos amaneceres de esta zona de Mallorca y tomar un baño en estas aguas cristalinas. Por la tarde puedes caminar por el paseo del acantilado o el de la finca, descansando en los bancos con vistas a la playa de Canyamel, cala Rotja, y las Cuevas de Artá, o incluso echar la siesta en una de las hamacas colgantes entre los pinos.
